Qué nota le pone a la presidencia española de la UE?
Debo reconocer que a ustedes les ha tocado una presidencia difícil con una enorme crisis europea. Pero miremos al futuro: lo más importante que quedará de esta presidencia es la creación del Cuerpo Diplomático Europeo: empezará con 2.000 diplomáticos y en unos años llegaremos a 7.000 en 120 embajadas de la Unión Europea.
¿No será duplicar gastos y misiones?
Al contrario, como daremos servicios consulares, los países pequeños de la UE se ahorrarán darlos por sí solos; pero, sobre todo, cuando funcione esa diplomacia europea, todos los europeos tendremos que hablar con una sola voz en el mundo.
¿Sólo por haber abierto embajadas?
Durante muchos años se creyó que primero había que tener una política exterior europea y luego ya crearíamos su cuerpo diplomático, pero siempre he defendido que había que hacerlo al revés, y así va a ser ahora.
¿Mejorará la vida de sus votantes?
Por supuesto. ¿Sabe por qué EE. UU. está creciendo más que nosotros? Porque nosotros perdimos cinco meses discutiendo antes de tomar decisiones; en cambio, Washington ya ha dotado sus bancos y ha hecho sus test; ya ha rediseñado su sistema.
Aquí también han tomado decisiones. No es suficiente con tener una política monetaria: no hay otro remedio que consolidar una gobernanza económica europea, y no basta con el Banco Central Europeo: debemos tener un gobierno económico como el de EE. UU. o sufrir las consecuencias de la descoordinación y las dudas.
Algunos han dudado más que otros.
Avanzamos como siempre avanza Europa, a golpe de crisis y porque las alternativas a más coordinación son peores. La hoy exitosa euroorden de detención, por ejemplo, no hubiera sido posible sin la emergencia que supuso el 11-S y ahora, gracias a esta emergencia económica, la presidencia belga reforzará el gobierno económico europeo.
Bélgica parece estar en crisis desde que nació...
¡No voy a aceptar ese comentario!
No pretendía molestarle.
Es usted inexacto. Precisamente, la necesidad de más Europa es lo único en lo que toda Bélgica está yha estado siempre de acuerdo. Y creo que Catalunya, el País Vasco, Flandes..., todas las naciones sin Estado tendrán su encaje natural en esa Europa federal en la que siempre he creído.
La líder europea - por tamaño-que sería la canciller Merkel no cree tanto.
Ya la he criticado por esas vacilaciones cuando comenzó la crisis griega que tan caras nos han costado; pero al final Alemania, la máquina exportadora más eficaz del planeta, es la primera interesada en una Europa coordinada, porque tiene que vender a alguien sus coches y máquinas, ¿no cree?
Sin duda.
Ysi algún día se hundiera el euro y volviéramos al marco, el franco, la peseta..., la gran perjudicada sería la gran beneficiada del euro, la propia Alemania. Así que, por su interés, volverá al europeísmo de Kohl.
¿En qué se concreta esa visión?
En que la UE sea más que la simple suma de estados. Ya hemos visto con las vacilaciones y las dudas ante el caso griego durante seis meses que la mera coordinación de los estados ni es rápida, ni eficiente, ni suficiente.
¿Quién se opone a esa Europa federal? Los estados, por supuesto, reluctantes a ceder su poder, pero al mismo tiempo asustados, porque se ven incapaces de enfrentarse ellos solos a los mercados. Son los mercados los que nos exigen más Europa al poner en evidencia la impotencia de los estados europeos cuando actúan en solitario.
¿Cree que los gobiernos cederán su propio poder económico a la Unión?
No tienen alternativa: o ceden esa soberanía a la UE o serán despojados de ella por los mercados, que ellos sí están por encima de cualquier estado. Además: ¿cree que los países europeos de uno en uno pueden hablar de tú a tú a China, Rusia, Brasil, Japón, Estados Unidos...? ¿En este mundo ya multipolar en el que ya vivimos?
Los ciudadanos todavía creen estar más protegidos por sus estados.
Vamos a ver, yo mismo fui elegido por los ciudadanos primer ministro de Bélgica de 1999 al 2008...
Lo sé.
... Pues tengo mucho más poder ahora como líder del tercer grupo parlamentario del Europarlamento, el liberal, que el que nunca tuve como primer ministro belga.
Todavía se ve el Europarlamento como un ente vaporoso en la lejanía...
Por eso ahora la presidencia belga tiene que seguir tres estrategias: consolidar el gobierno económico europeo; aumentar el control de los ciudadanos sobre su presupuesto...
Hoy la UE suena a tecnocracia demasiado cara y sin control real del ciudadano. ¡Somos mucho más baratos nosotros, la Administración europea, que la federal estadounidense! Nosotros costamos el 1% del PIB europeo; el Gobierno federal de Washington cuesta el 20% de su PIB.
Pagan el mayor ejército del planeta.
Los países de la UE juntos tienen más soldados que EE. UU., y esa es la tercera estrategia: tener un ejército europeo que nos permita una seguridad colectiva para los países de la UE menos costosa y más eficaz.
La Contra
Voy a Estrasburgo a ver a Zapatero despedir la presidencia española y a los belgas comenzar la suya. Un eurodiputado británico compara a España con Zimbabue; otro, alemán, la presidencia española con el juego de Torres en el Mundial; y otra, húngara, le regala "una flor" a Zapatero y corre a dársela. La Eurocámara puede resultar de una levedad desconcertante. Por eso conforta la coherencia de Verhofstadt, estadista que prescribe una Europa federal como remedio de nuestros males: los de la Bélgica dividida, Catalunya y el País Vasco, pero, sobre todo, los de una UE de economía anémica y sin liderazgo: "O los estados ceden ya poder a la UE - sentencia-o lo perderán todo para siempre".
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